miércoles, 2 de marzo de 2011

El Fosis enfrenta la pobreza más allá de las ciudades en Alto del Carmen

Ciento cuarenta familias de la región de Atacama son parte del exitoso programa que busca mejorar sus condiciones alimenticias a través de siembra de hortalizas, cría de animales y talleres. “La pobreza no sólo está en las ciudades”, dice el director del Fosis, Baldo Violic, quien visitó a un grupo de familias de Alto del Carmen, que además de mejorar sus condiciones de vida piensan seriamente en postular a otros proyectos y montar sus pequeños negocios. En la dieta diaria de la familia Macaya Campillay no faltan las vitaminas. Frutas y verduras es lo que Orfelina Campillay ha cultivado durante años en su pequeño terreno de La Pampa, en la comuna de Alto del Carmen, un pequeño villorrio de no más de 20 familias que viven casi exclusivamente de lo que ellos mismos producen. En su tierra tiene sandías, tomates, lechugas, esperando por ser cosechados. ¿Qué le faltaba a su dieta diaria? Proteínas, según identificó el programa de Autoconsumo del Fosis, que empezó a asesorarla el año pasado. A poco andar, con la capacitación y los recursos del Fosis, Orfelina adquirió tres cerdos, dos machos y una hembra, y construyó un corral donde los mantiene. La alimentación no es un problema, pues los desechos de las huertas se van al estómago de los porcinos. “Estoy bien agradecida por el programa, tanto por el aporte material, como por la ayuda técnica y la enseñanza de hábitos alimenticios. Ahora además de consumir alimentos que nosotros mismos producimos, nos alimentamos mejor, y además tengo la oportunidad de dedicarme a la crianza de cerdos orgánicos”, comenta. Algo que muy prontamente podría concretar, pues acaba de postular al Programa de Apoyo al Microemprendimiento del Fosis. “Mejorar la calidad de la alimentación con una asesoría especializada a las familias que consumen lo que ellas mismas producen es el objetivo de este programa de Autoconsumo. Con nuestra asesoría se definen las iniciativas a implementar, tomando en cuenta su presupuesto familiar, experiencia, habilidades, y espacio disponible”, explica el director del Fosis, Valdo Violic, quien vio en terreno cómo las familias han mejorado sus condiciones de vida luego de la ejecución del programa en Alto del Carmen. Como Leonira, quien se traslada semanas enteras para llevar sus cabras a las alturas en busca de buen pasto. De ellas obtiene quesos, que comercializa para comprar el resto de su alimentación. “A veces voy yo por una semana, otras veces va mi esposo, nos turnamos para llevarlas a la cordillera a alimentarse”, comenta. Además de queso, ella fabrica su propio pan, porque donde vive, en Junta Valeriano, hay pocos lugares donde comprarlo. “Antes, para hacer pan amasado estaba días enteros yendo a buscar leña para el horno, ahora que tengo este horno móvil, con un par de pajitas me alcanza para hacer el fuego. Ahora me compran pancito, entonces me gustaría tener una amasandería para vender pan amasado y quesitos de cabra”, dice. Unas cuadras más al interior se encuentran Sinforosa Rojas, quien cría aves. Con ayuda del programa pudo construir un gallinero para proteger a las gallinas de los ataques de zorros y otros depredadores, además de empezar a plantar sus propias hortalizas. “Es primera vez que mi abuela participa en un proyecto así, y ahora queremos ver si podemos comercializar estas aves criadas de manera natural”, dice Magaly, la nieta de Sinforosa. “Hay familias a las que les faltan carbohidratos, otras, vitaminas, y otras, proteína animal. De acuerdo a esas necesidades nosotros entregamos nuestra experticia en cultivo de verduras y frutas, crianza de animales o recolección de productos marinos o silvestres. Además les enseñamos a conservar, preparar los alimentos, y técnicas de riego o de protección de cultivos”, se explaya Violic, quien aplaude el espíritu de estas mujeres, que en vista del éxito que han tenido con sus pequeños programas familiares no dudan en seguir la senda del emprendimiento: “Nuestra finalidad es ayudar a las familias rurales a tener una mejor alimentación con los recursos que ellos tienen, porque entendemos que la pobreza en la ruralidad es distintas a la de sectores urbanos. Pero en estos tres casos ellas vieron una idea de negocio y van a postular a otros programas Fosis para desarrollarlos”, dice. Actualmente el programa Autoconsumo del Fosis atiende a 140 familias, en 6 comunas de la región de Atacama, gracias al financiamiento de la Seremi de Planificación y la ayuda de cada municipio. El programa autoconsumo nace el año 2006 en la Región de la Araucania, desde el año 2008 se ejecuta en conjunto con las municipalidades en la Región de Atacama.

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