martes, 9 de agosto de 2011

700 microcréditos están disponibles para emprendedores de Atacama

Ochenta mil pesos fue lo que pidió prestado Pamela Yañez (38). Con ese dinero este fin de semana viajará a Coquimbo, donde comprará ropa para luego venderla a las vecinas del barrio, una actividad que desarrolla hace siete años, y que inició de la mano del FOSIS.

“Partí con la ayuda del FOSIS, y vendo ropa u otras cosas cada vez que no puedo trabajar en las parras. Es una gran ayuda, porque con ese dinero puedo mantener a mi hijo y pagar sus tratamientos médicos, porque tiene una enfermedad a la piel”, comenta esta emprendedora. Agrega que las cuotas para pagar el préstamo son de 4 mil pesos a la semana. “No se siente mucho pagar así, y sin esa platita no podría haber comenzado de nuevo con mi negocio”, dice.

Lo mismo opina Rosa Segovia (57) de su microcrédito. Ella consiguió que le prestaran 139 mil pesos para colocar una confitería que instaló hace un mes. Al igual que Pamela, ya había sido parte de los programas del FOSIS y hoy puede darle continuidad a su negocio. “Con el FOSIS había arreglado mi casa, en un programa de habitabilidad, y ahora opté a este préstamo, a través de Fondo Esperanza. Sin ese dinero no habría podido colocar este negocio. Gasté 100 mil pesos en confites y el resto en un mueble para colocar los dulces. Mi hijo ya tenía el negocio de ciber y máquinas electrónicas, y yo puse este negocio. Trabajamos los 3 con mi nuera, que está embarazada”, comenta. Rosa calcula, según sus cuentas diarias, que semanalmente gana cerca de 25 mil pesos. “Me alcanza para pagar la cuota de 8 mil pesos y queda el resto para mí, porque luego de una tendinitis, yo ya no puedo trabajar en el campo, ni haciendo dulces, que es lo que hacía antes”, explica.

Estas empeñosas mujeres son parte del programa de Acceso al Microcrédito que financia FOSIS, para que los emprendedores de escasos recursos puedan optar a un capital y poder generar un negocio, o agrandar el que ya tienen. El objetivo es que no terminen endeudándose en el mercado informal, o en casas comerciales, donde los intereses son más altos.

“El objetivo de los microcréditos es fomentar y desarrollar los negocios viables, generar una fuente estable, permanente y formal de obtener recursos de inversión, aumentar el ingreso a través de la inversión de recursos en las microempresas, reducir los efectos que puedan tener los shocks externos y fortalecer la seguridad de la personas y de los negocios”, explica el Director regional de FOSIS Atacama, Baldo Violic. Además, comentó que aún quedan cupos para aquellos emprendedores y emprendedoras que necesiten un capital para mejorar sus negocios. “Estos préstamos se otorgan a través de Bancoestado y Fondo Esperanza y en total hay cerca de 700 préstamos disponibles para la región, por eso quiero invitar a los emprendedores que no tienen acceso a la banca tradicional a acercarse al FOSIS, donde recibirán un certificado para optar a estos microcréditos”.



Violic explica que en el fondo, FOSIS paga por los gastos operativos que implica optar a un crédito bancario, que independiente del monto, siempre cuesta lo mismo para una institución financiera. “La inclusión financiera es un herramienta para la superación de la pobreza, y ha tenido éxito en otros países latinoamericanos como México o Colombia, donde existe el banco de los Pobres, yo espero que acá en Atacama esto se traduzca en que la gente se acerque y splicite un microcrédito, porque no se trata sólo de endeudarse, se trata de hacerlo en condiciones muy distintas a la banca tradicional, con mejores condiciones, que se adaptan a la realidad de las familias menos favorecidas”, dice.

Para informarse sobre esta herramienta financiera basta con acercarse a las oficinas del FOSIS, ubicadas en Atacama 160, en Copiapó, o en Calle Santiago 535, en la ciudad de Vallenar.

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