lunes, 15 de agosto de 2011

Estamos preparados para recibir turistas?

A pesar de que estamos en pleno invierno, la comunidad toda sabe que este año nuevamente se volverá a vivir el fenómeno del desierto florido, debido a las últimas lluvias y nevazones que han afectado nuestra zona, incluso la zona de Freirina.
Si bien es cierto, el fenómeno se da durante septiembre a noviembre, y se espera gran cantidad de turistas nacionales e internacionales que lleguen a la zona, la duda es si realmente como provincia estamos preparados para recibirlos. ¿Tenemos suficiente cantidad de hoteles, hostales, residenciales o camas para ello? ¿Los restaurantes tiene capacidad y condiciones básicas para ofrecer al turista extranjero? ¿Hablamos idiomas para recibirlos? ¿Existe locomoción colectiva o agencias de turismo para trasladar a los visitantes?. Muchas son las dudas que existen en cuanto a la preparación que existe en la zona para recibir al visitante, más aún cuando sabemos que este fenómeno es esporádico, pero que cuando se produce es un atractivo turístico excepcional y único en el mundo.
Para Erica González Canto, jefa de carrera de Turismo de Intereses Especiales del Centro de Formación Técnica de Vallenar, “desde hace un tiempo ya, la provincia del Huasco se prepara para recibir a los turistas que llegan entre septiembre y octubre a maravillarse del fenómeno del desierto florido. Sin embargo, siempre se ha sabido que la cantidad de plazas existentes en hotelería es inferior a la cantidad de turistas que llega en estos meses”, por lo que recomienda que los interesados en visitar la zona logren reservar con bastante anticipación.

INFORMACIÓN TURÍSTICA

Una de las falencias señala González, es la ausencia de un lugar de información turística. “Las personas que atienden clientes y turistas en las distintas áreas de servicios, independientemente si son o no profesionales, deben entregar una información completa de lo que corresponde a información básica, como puntos de referencia, nombres de calles, manejar mapas ruteros, indicaciones básicas como lo es protegerse del sol, etc”, recalca González.
A pesar de que el municipio tiene una oficina en el cruce carretero, ésta no es bien aprovechada y no tiene el impacto necesario, como lo sería una instalación en la plaza de armas o el mercado municipal.
problemas de traslado

Mirna Inostroza, encargada de la oficina municipal de Turismo de Vallenar, señala que hay que educar a la comunidad local, ya que “es habitual encontrar grupos de familias haciendo asados en el desierto. Hay que despertar la conciencia de cuidar, no estropear y hacer el llamado a Conaf, PDI, Carabineros para que apoyen el cumplimiento del decreto, sintiéndose dueños de este hermoso suceso. El llamado a los medios de locomoción que deseen ser partícipes de este fenómeno a que se coordinen las tarifas, ya que el año pasado tuvimos dificultad con traslados los días de semana”.
En Freirina existen dos agencias de turismo para los interesados, como también dos hostales y dos restaurantes para recibir a la comunidad. Igualmente existe de parte del municipio la emisión de un decreto de cuidado de las flores. “Se renueva cada año de floración, es un decreto municipal donde se prohíbe en la comuna, la corta, extracción, transporte y cualquier daño a la floración del fenómeno desierto florido, en toda la comuna de Freirina. Este decreto, es en conformidad a las atribuciones del alcalde y a la ley de patrimonio nacional”, señala Oriel Álvarez, encargado de la biblioteca pública y gestor cultural de la comuna.
En Vallenar “la capacidad de carga en los hoteles está complicada, pero tampoco es un obstáculo”, dice Inostroza.
Un problema complejo es la preparación de quienes brindan en servicio, en cuanto a trato, comunicación y orientación de dónde, cómo y qué visitar, considerando que debiéramos ser los primeros embajadores de nuestra comuna y provincia, pero la realidad, lamentablemente, señala otra cosa.

POLÍTICA Y CONCIENCIAL AMBIENTAL

“El tema de potenciar el fenómeno del desierto florido, es tan grande, que no ha requerido de una política para potenciarlo, ya que se vende solo, sobretodo por turistas internacionales, que tienen mayormente desarrollado el sentido del turismo de intereses especiales. Ellos viajan a ver específicamente las flores de este fenómeno”, dice la jefa de carrera de Turismo del CFT. Manifiesta que debiera existir una política de protección con el medio ambiente, “y que si bien el extranjero trae incorporado un respeto a la naturaleza, de no pisar o cortar las flores, tenemos que prepararnos para los turistas nacionales o hasta turistas regionales que no tienen desarrollada muchas veces esa conciencia”.
Educación, preparación e información debieran ser tres elementos básicos a la hora de poder “vender” nuestro desierto. Si queremos realmente alguna vez dejar de ser el patio trasero de La Serena o Copiapó, la provincia debe comenzar a prepararse en forma seria y responsable del tema. No basta con folletería y mapas para entregar, sino más bien con un proyecto transversal que recoja los principales aspectos de cada comuna, y que se creen las instancias oportunas y necesarias para potenciar este fenónemo, a través de ponencias, seminarios y talleres en la provincia y no en Santiago o Copiapó. Aprendamos a ser locales y potenciar nuestras riquezas. Si no empezamos por casa, el fenómeno del desierto florido seguirá siendo para los extranjeros y para el gobierno, una exclusividad de la Cuarta Región.

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