miércoles, 10 de marzo de 2010

Internos del Centro de Detención Preventiva de Vallenar se especializan en confección de ropa industrial

Curso duró dos meses y tuvo como propósito fomentar y entregar distintas opciones de desarrollo laboral.
Recibieron su certificación en una ceremonia realizada hoy en el mismo recinto penitenciario.“Estamos muy agradecidos” es la frase que se repite entre los 20 alumnos- 15 mujeres y 5 hombres- que recibieron su certificación por haber aprobado el curso “Corte y Confección”, que se realizó en el Centro de Detención Preventiva de Vallenar gracias a una iniciativa del Servicio Nacional de Capacitación y Empleo (SENCE), con el apoyo de Gendarmería y Barrick.
Las clases comenzaron en enero de este año, facilitando los conocimientos necesarios para que los alumnos lleguen a confeccionar prendas para el área industrial, lo que les entrega además, la posibilidad de aprender algo distinto y especializarse en un área donde se pueden proyectar laboralmente desde el interior del recinto penitenciario.“La gente no sólo se capacitó sino que también está en condiciones de fabricar ropa y de muy buena calidad. Eso significa que las cosas se han hecho bien, que se aprendió el oficio y que ahora pueden comenzar a comercializar sus productos”, destacó Nibaldo Droguet, profesional del SENCE.
Por su parte, Patricio Pinto, jefe de Comunicaciones y Relaciones Institucionales Barrick, afirmó que “para nosotros como compañía es una satisfacción total porque se han entregado herramientas para que se puedan desarrollar laboralmente y contribuir con sus familias, porque sabemos que hoy están limitados económicamente. Esto es una posibilidad enorme de que puedan desarrollarse y aportar a su grupo familiar. Además, nos confirma lo positivo de las iniciativas público-privadas”.
Muchos alumnos destacaron lo importante que es para ellos contar con esta nueva capacidad laboral. “Hemos aprendido mucho. Yo no sabía usar las máquinas, pero ahora ya hemos confeccionado chaquetas de polar, poleras, cortavientos y estamos haciendo chalecos de geólogos. Con esto uno se puede preparar y trabajar, algo que nunca imaginamos”, destacó Mónica Arana. Similar opinión es la de Carolina Hernández, quien destacó que “para todos es una ganancia, económicamente o de beneficio personal, porque muchos tenemos hijos y al aprender la costura nos ahorramos dinero, tomando en cuenta que estamos privados de libertad. Acá hay mucho tiempo y no lo ocupamos y ahora lo estamos aprovechando con algo bueno. Estoy agradecida. No se van a arrepentir de la oportunidad que nos están dando”.
Además de lo aprendido en cuanto a técnica, los internos evalúan positivamente la convivencia que se generó entre todos quienes participaron en el taller. José Herrera aseguró estar muy contento “porque aprendí a trabajar en grupo, algo que a nosotros nos cuesta mucho. Y eso, es reconfortante porque hicimos amistades”.
Taller con máquinas industriales. Los internos también cuentan ahora con un taller equipado con máquinas industriales gracias al aporte de Barrick, en un lugar que se transformó completamente para esta instancia y que antes era una bodega.
Ya están ofreciendo sus primeros trabajos a distintos organismos, por lo que hacen un llamado a quienes quieran hacer su pedido, pues los nuevos especialistas en la confección de ropa industrial, prometen cumplir con creces.

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