domingo, 21 de agosto de 2011

Agricultores del Huasco aumentan calidad y valor de venta de sus productos

Un total de 200 productores de hortalizas, olivos y pajarete participaron en un Programa de Innovación Territorial cofinanciado por el Ministerio de Agricultura, a través de la Fundación para la Innovación Agraria (FIA).
Copiapó, 18 de agosto del 2011.- Aumento en el precio y calidad de los productos e incrementos de productividad y rentabilidad fueron algunos de los resultados logrados por el Programa de Innovación Territorial (PIT) “Mejoramiento de la competitividad de los sistemas agrícolas del Valle del Huasco”, que benefició a más de 200 productores de la Región de Atacama.
La iniciativa fue cofinanciada por el Ministerio de Agricultura, a través de la Fundación para la Innovación Agraria (FIA), y participaron el PTI de Corfo — como coordinador—, INIA, SAG, CEAZA y la Universidad de Chile. A ellos se suman tres asociaciones de productores, INDAP, ARDP Atacama, la Junta de Vigilancia de la Cuenca del Río Huasco, Codesser, liceos y cuatro municipalidades, entre otros.

El objetivo central de la iniciativa, que se inició en el 2008 y termina a fines de este mes, fue contribuir a mejorar la competitividad de las micro y pequeñas empresas que cultivan las principales especies agrícolas del Huasco, a través de un sistema de transferencia tecnológica e innovación para toda la cadena de valor del pajarete, olivos y hortalizas.
En este contexto, también se trabajó en introducir mejoras en el riego y fertilización en suelos de zonas áridas; productividad y rendimientos de los predios; procesos industriales y de agregación de valor; gestión empresarial; y comercialización de los productos.
Asimismo, la Secretaria Regional de Agricultura, Angélica Osorio, indicó que “estamos muy satisfechos con los resultados del PTI-FIA, pero sabemos también que el trabajo realizado con los productores de pajarete, olivicultores y hortaliceros ha generado nuevas áreas de investigación y trasferencias, las cuales queremos, como Ministerio de Agricultura, promover su desarrollo en conjunto con los agricultores que participaron activamente en este programa”.
“El Programa buscó abordar la competitividad mejorando la eficiencia productiva de los tres ejes de trabajo (olivos, hortalizas y pajarete), ya sea a través de las actividades de transferencia tecnológica o agregando valor a los productos tradicionales”, enfatizó la ejecutiva de innovación de FIA y supervisora del PIT, Paulina Erdmann.
A nivel de logros, en el sector de las hortalizas —el más numeroso en el Valle del Huasco con cerca de 400 agricultores— el PTI aumentó la productividad, calidad y eficiencia de uso de fertilizantes y agua de riego para el grupo de productos con los que trabajó: poroto verde, arveja, ají, berenjena y tomate.
“También avanzamos en los ámbitos de comercialización, ya que se aumentaron los precios, y en gestión, a través de la caída de los costos unitarios de producción”, destacó el coordinador del Programa, Luis Gustavo Díaz.
En este rubro participaron 102 agricultores (39 directos y 63 indirectos) los que —según datos entregados por el PIT—, incrementaron en 25% su productividad (kilos/hectáreas); 30% sus valores de venta (US$/ha); y redujeron en 20% sus costos (US$/ha).
Cadenas del olivo y pajarete
En lo que se refiere a las acciones desarrolladas para apoyar la producción de aceite de oliva y aceitunas de mesa, el Programa se focalizó en el aumento del valor a través de la industrialización de las olivas y uva pisquera respectivamente.
Este trabajo benefició a 45 agricultores (32 directos y 13 indirectos), los que no sólo consiguieron aumentar la cantidad procesada, sino que también la productividad, nivel de precios y bajar costos.
Respecto del pajarete, bebida alcohólica tradicional de la zona y en cuya producción participan cerca de 100 agricultores, el coordinador del PTI enfatizó que se dio un “giro histórico” ya que, gracias al apoyo del SAG, se logró formalizar a 20 bodegas.
“Asimismo, es destacable —agregó— el acercamiento de este grupo importante de agricultores tradicionales a procesos de mejora tecnológica, y el gran nivel de motivación en sistemas innovadores de asociatividad, a través del posicionamiento de una etiqueta única (“Vendimia del Desierto”) y cooperación en etapas definidas de producción”.
En esta línea del PTI participaron 56 agricultores (18 directos y el resto indirectos) que aumentaron —según las cifras entregadas por la entidad— en 726% la cantidad procesada y en 130% el precio de venta de su productos.

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